Quince de junio
2025
El viento me va empujando
Solamente desea soñarme
El viento me sostiene en el vuelo
Hasta llegar a tu infinidad
El viento susurra canciones
Para no perderme en el vacío
El viento me acaricia la piel
Hasta nacer de nuevo
El viento me abraza el cuerpo
Y me regala un beso...
Doce de junio
2025
A veces estoy feliz
A veces estoy aburrida
A veces triste
A veces rabiosa
Pero soy yo y eso me hace feliz otra vez
porque tengo algo,
que no todos tienen...
Mis pensamientos
Mis sentimientos
Son libres.
Once de junio
2025
Buenas tardes
Supongo yo,
en la incertidumbre
Ayer no estuve
Ayer jugó la selección
No me lo pude perder
Lo escuché por la radio
¡Empatamos!
Ahora estoy escribiendo
Ahora me voy a comer una torta
El día ventoso y frío lo amerita
El sol está presente (está resfriado y débil)
Mi amor
Incólume
Me gustó esa palabra.
Tres de junio
2025
Este mes cumplo sesenta y cinco años
Me siento rara, es el tiempo de cosechar regalos
y no estoy entusiasmada
Hay algo que me frena
Porque a mi, me gusta recibir regalos
Quizás he dejado de ser una persona egoísta
y maduré en el proceso
Sin embargo voy a dejar algunas pistas...
una flor en mi jardín (madre naturaleza)
Una caricia (sol)
Una canción de amor (alguien)
Un beso (el amor de mi vida)
Un abrazo con besitos (mis hijos y mis nietos)
Un abrazo con besos (mis hermanos)
Un saludo (mis amigas de siempre)
Así hasta llegar al día doce de junio
y traspasarlo...
Dos de junio
2025
Todos somos polvo de estrellas...
Así se formaron las gárgolas,
Seres guardianes del tiempo y lo divino.
Protectores ancestrales que fueron invocados alguna vez, hace mucho tiempo.
Con sus caras horrendas y sus expresiones que da miedo al mas valiente.
Ellas cuidan la virtud y la inocencia de la pureza de esas almas que nos acompañan.
Ellas cuidan los templos sagrados, la esencia de la bondad y la espiritualidad.
Son un muro de contención ante los ataques de la maldad.
Están hechas de un material especial, traída de todo el universo, con el soplo de Dios,
que le dio vida.
Cobran vida en las noches peligrosas, cuando ronda el verdadero monstruo que nos vigila,
para cazarnos y llevarnos al sufrimiento.
Su poder es inagotable porque viene de todas las estrellas, que se conjugaron en los tiempos de la creación.
Todos somos polvos de estrellas, igual que las gárgolas.
Criaturas míticas, creadas para un fin.
