Veintidos de febrero
Las raíces llegan,
casi hasta el corazón
Nunca pensé que las cosas fueran así,
tan profundas
Sus flores suben hasta rozar las nubes,
se de buena fuente que, algunas mañanas,
los pétalos se nutren de esas nubes
Su tronco, sus hojas, cobijan a las aves del paraíso
Me siento bajo la sombra del árbol, con un libro
Leo, y las horas pasan
El silencio lleva a la calma y la calma a la paz
El libro
Bajo el chivato
La calma, la paz
El silencio
El aroma de la flor, casi imperceptible
Yo...
Me has transmitido esa paz.
ResponderEliminarGracias.
Besos.
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