Dieciocho de noviembre de 1934
Heme aquí,
tratando de resolver los misterios de este pueblo.
Las niñas del lugar desaparecen al llegar a la edad de 15 años.
Nadie dice nada.
Todos callan por conveniencias varias.
Tienen miedo, según ellos, tienen las manos atadas.
El terror está instalado en las calles y la cobardía al descubierto.
No hay un ser humano que se anime a enfrentar al malo de la película.
Nadie lo tiene en cuenta, ya no quedan adolescentes en el pueblo.
Nadie dice nada y sin embargo es un secreto a voces.
Los ancianos, están tranquilos.
Los padres, sufren en silencio, este atropello a la razón humana.
Sería cuestión de llamar a los federales, ellos pondrán cartas en el asunto.
Hay suficiente garantía de que esta corrupción no les alcance.
La policía pueblerina está comprada y apaña los hechos.
Nadie dice nada, la policía federal tiene que investigar a ciegas.
Teniendo en cuenta que...hay personas desaparecidas, padres que sufren en silencio,
personas indiferentes y gente comprada que trabajan para los que pagan por el hecho en si y también por el silencio.
El mutismo vale su peso en oro y la corrupción, la vida.
El político, cada vez mas rico.
En el poblado, cunde el terror.
Nadie dice nada y las niñas siguen desapareciendo.
La trata de blanca sigue dando mucho dinero como para acallar todas las bocas.
El miedo es el mejor silenciador, mucho más que el oro.
El miedo es la mejor arma, siempre lo demuestra.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Espero que no sea cierto.
ResponderEliminarBesos.