Seis de abril
En este mundo salvaje y voraz.
Todas las mañanas calmadas, el mensajero de mis ancestros, exótico y profundo,
se hace presente.
trayendo mensajes de buena vida para los que estamos del otro lado del plano.
Diciendo que la vida fluye de manera diferente y con otras expectativas.
Su aliento, su paciencia de pluma trae algarabía a mi corazón.
Todas las mañanas calmadas, al asomarse el primer rayo de sol, con sus ojitos de ardilla
y como una herida de luz,
aparece en la ventana el pequeño amigo tornasolado, batiendo sus pequeñas alas,
regocijando el alma, con esperanzas de vida y no de muerte eterna.
Todas las mañanas calmadas llega el centinela del tiempo, dejando al partir, alegrías
y consuelo en este mundo tan hostil y acelerado.
Todas las mañanas calmadas, claras y purificantes,
mi corazón se aquieta cuando veo al picaflor, con su legado de amor.
Menos mal que hay cosas lindas en esta vida que nos infunden alegrías para seguir adelante en nuestro caminar.
ResponderEliminarUn abrazo inmenso.
Bien por él.
ResponderEliminar:)
Y seguirá llegando, sin dudas.
ResponderEliminarSaludos,
J.