Once de mayo
De repente y de la nada, aparece Masha Yeloso,
Una gatita amarilla, pequeña y peluda
De ojos de color miel
Misteriosa y profunda
Callada y suave
Está hecha de algodón
Es curiosa, le gusta el sol
trepar las paredes hasta llegar al techo de la casa
Muy amablemente me muestra que no le gusta muchos mimos,
solo un poco y por las noches de invierno
No le gusta bañarse
No le gusta los otros gatos, salvo Michina que vive en la misma casa
Mira a los perros desde lejos y no muestra las uñas
A veces mira un lugar fijo y parece estar muy interesada en lo que ve
Es muy sanadora porque se da cuenta cuando la necesito cerca,
por un dolor o una tristeza en el alma
Los gatos saben marcar muy bien su presencia y su personalidad.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Creo que viven mejor que nosotros.
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