Habían pasado meses, desde la última vez que vi al general Ortiz
Era un gato casi amable, a quién le gustaba descolgarse por las murallas de los vecinos
Ahora que recuerdo, era amigo íntimo de Roberto Gris Humo de Marihuana (el gato gris que viene a comer a casa)
Según me enteré, los dos habían estado de cacería, solo por el placer
Los vecinos me contaron que andaba por ahí, todo sucio y mordido
Es que le gustan mucho las gatitas malhumoradas y promiscuas
Y cuando ve una, no puede sujetarse, le puede el instinto de cazador nato
Pobre general Ortiz
Tanto andar por la vida
Buscando el aullido perfecto, perdiendo años y tal vez dientes
Siempre lo espero, un día el hambre lo traerá hasta mi casa
Quizás las ganas de descansar en un lugar conocido y solitario
Que vuelva pronto!!!
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